En el artículo Voces Lacandonas (periodistas de la selva), Mònica Ramoneda relata la experiencia de un proyecto para la recuperación de la memoria histórica de la población indígena desarraigada (exiliada y retornada) de Guatemala que hoy vive en la región del Petén. Como menciona Mònica, pude formar parte del equipo que impartía estos talleres y aprender de la experiencia que Mario Mejía, Rhys Evans y la propia autora llevaban a sus espaldas después de tantos años trabajando por el reasentamiento de los huidos.

“Los retornados se encontraron con pedazos de selva virgen, claramente delimitados, que injustamente tenían que comprar”, dice Mónica. La guerra terminó (de forma oficial) hace menos de diez años, tiempo en el que estos pueblos tuvieron que rehacer sus vidas desde cero: desmontar la selva, cultivar una milpa y hacerla productiva, construir casas, abrir caminos por los que algún transporte pudiera comunicarles con otros pueblos, hacer una escuela de primaria, luego una escuela de secundaria, instalar un centro de salud, etc. Todo lo dicho con escasa o nula ayuda del gobierno guatemalteco.

El proyecto ‘Historia Viva’ resultó eficiente en dos ámbitos muy importantes. El resultado más visible de todo el trabajo que realizaron los alumnos y los maestros junto con tantas personas que fueron entrevistadas fue la exteriorización de un trauma que hasta entonces había mantenido cerradas las bocas y los corazones de aquellos que sufrieron las barbaridades cometidas por su propio ejército. El segundo ámbito del éxito del proyecto ya está dando resultados, pues las semillas parecen haber germinado de buena manera. Capacitar a los jóvenes y maestros en técnicas periodísticas para documentar hechos del pasado sirvió, no solo para escribir y probar los horrores de la guerra, sino también para plasmar el tipo de vida y organización que padres y abuelos llevaban en las comunidades de las que tuvieron que huir.

“La recuperación de la Historia Viva está en su primera fase; varias comunidades de la zona del Petén, al norte de Guatemala, han recibido formación sobre técnicas de entrevista, investigación histórica y redacción periodística, y ya se están recopilando los primeros materiales. El siguiente paso del proyecto prevé la difusión de esta historia re-escrita (porque escrita ya estaba, la escribió el paso del tiempo) a través de boletines que se distribuirían en las comunidades y publicando en Internet”, cuenta Mónica.

Los maestros de Entre Ríos, una de las comunidades donde tuvimos la oportunidad de trabajar, decidieron, en la reunión realizada tras la presentación de los resultados obtenidos por los alumnos, incorporar el taller al curso escolar que estaba a punto de comenzar. Así, los alumnos configurarían, a lo largo del año, un libro con documentación mucho más completa de la que se obtuvo en escasos cinco días. (Sin embargo, para que este proyecto pueda llevarse a cabo durante muchos años es importante la vigencia de plan de capacitación de maestros y planificación de escuelas rurales para la población desarraigada que permite la libre elección de contenidos didácticos.)

A través del trabajo de alumnos y maestros en un proyecto que involucra a toda la población se consigue la valoración y revaloración de los recursos naturales y culturales de que disponen las comunidades para optimizar su uso y asegurar la oportunidad de permanecer como pueblo. Se trata de plasmar el conocimiento acumulado y asegurar la permanencia del mismo para el futuro, y se trata también de que las comunidades lleven a cabo estos proyectos con total autonomía y capacidad de tomar decisiones acerca del mismo.

Del Petén a la península de Yucatán

Actualmente tengo la oportunidad de participar en otro proyecto muy distinto pero con unas bases muy parecidas. Puerta Verde es un plan de desarrollo turístico alternativo en el Área Natural de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y sus zonas de influencia, en el norte de la península de Yucatán, México. Se trata de la unión, de momento, de trece grupos, asociaciones o cooperativas de seis comunidades (El Naranjal, Nuevo Durango, San Ángel, Solferino, Chiquila y Holbox) del norte del estado de Quintana Roo. Desde cooperativas pesqueras hasta un grupo de yerbateras u otro de bordadoras han juntado sus fuerzas para desarrollar un circuito de ecoturismo gestionado por sus integrantes.

Actualmente el proyecto sólo está en fase de arranque. Además de los cursos de capacitación para la gestión turística se realizan estudios socioeconómicos que aseguren la competitividad en el sector y se procura incentivar la escasa participación de los jóvenes y las mujeres. La intención es transmitir y crear visiones comunes acerca de lo que significa la conservación del patrimonio natural y cultural como la base fundamental en los procesos de restauración y recuperación de los recursos naturales. Así, mientras las comunidades reconozcan y apropien su patrimonio estarán concienciándose y reconociendo la necesidad de conservarlo. Con ello existe una posibilidad viable para propiciar su propio desarrollo y mejorar su calidad de vida.

Al servicio de la historia viva

Uno de los aspectos más llamativos de Puerta Verde es la importancia que desde un principio se dio a frenar las empresas turísticas que quieran operar al estilo más capitalista. Dentro de Yum Balam hay una isla llamada Holbox en la que todos los veranos se avistan cientos de ejemplares de tiburón ballena. Este acontecimiento supone un flujo turístico importante y un dulce muy tentador para empresas que operan en el cercano Cancún o en La Riviera Maya. Actualmente, con el Proyecto Dominó, los pescadores han pasado a complementar su actividad económica tradicional con la prestación de servicios turísticos, lo que significa que además de disminuir un nivel de pesca que ya era insostenible en la zona, la conservación de la especie se ha convertido en un beneficio para todos.

En Puerta Verde el empresario es el habitante del pueblo, el o la que decide aprender a gestionar una empresa familiar, vecinal o comunitaria como suplemento a la pobre agricultura o la pesca. Conoce todos los aspectos de la naturaleza que enseña, desde usos medicinales de las plantas hasta los rincones más increíbles de la selva o el fondo marino. Esta actividad económica suplementaria no supone un cambio radical de vida y ambiente donde los conocimientos generacionales se pierden entre servidumbre y jornadas exhaustivas, es la adaptación de la actividad a una forma de vida y no al revés.

En cuanto al turista, la forma de viajar está cambiando poco a poco. Cada vez más gente rechaza el turismo de sol y playa para adentrarse en la forma de vida de los habitantes de un país distinto. Pero además de los beneficios de un viaje sociocultural, el nuevo tipo de turista es cuidadoso y exigente con los efectos que produce el dinero que gasta en sus vacaciones. Puerta Verde es un caso especial donde los beneficios de la industria turística recaen exclusivamente en los habitantes del lugar. Además de económicos, los beneficios son también culturales, pues suponen para estas personas una adquisición de habilidades que les da versatilidad a la hora de moverse en el panorama actual.

La base ideológica de Puerta Verde es que la gente no cambie sus formas ni lugar de vida por necesidad o falta de medios y, sobretodo, que no quede desarraigada de su cultura. En definitiva, el desarrollo para todos por igual respetando diferencias.

Rescatar las tradiciones

Desde hace años algunas personas (unas ya no están, otros hemos llegado) nos dedicamos a recopilar la sabiduría popular de los habitantes de las comunidades de Puerta Verde. En forma de catálogos escritos y también en un soporte multimedia, los conocimientos populares acerca de flora y fauna, gastronomía y tradiciones culturales han ido quedando plasmados como memoria para el futuro. El objetivo principal es que las comunidades valoren y revaloren sus recursos naturales y culturales con los que viven y aprendan a respetarlos gracias a su conocimiento.

Otro objetivo es el que tiene una vertiente económica. Además de documentos que recopilan la vida natural y cultural de esta zona, los catálogos están pensados para ser consumidos por un turista interesado en la vida de estas personas y su entorno. Los derechos de explotación de estas publicaciones son exclusivamente de Puerta Verde, por lo que el día en que se pongan a la venta, a través de Internet y en las mismas comunidades, estos libros serán un recurso económico junto con el tiburón ballena, las cuevas para hacer espeleología, las antiguas ciudades mayas, los productos medicinales de las yerbateras, las prendas típicas, un orquideario, un mariposario y muchas otros recursos cuya explotación, por una vez, no significa su destrucción.