15.09.05

ÉRASE UNA VEZ - de cuando nombrar no es conquistar-

Publicado en Biblioteca de Futuro

Autor/a: Monica Ramoneda Rueda

Artículo inspirado en la columna de Juan José Millás La diferencia entre el dedo y el pezón”, publicada en El País (España)

ÉRASE UNA VEZ UN NIÑO QUE NACIÓ

El bebé se llamaba Dylan, aunque entonces él todavía no lo sabía. Como tampoco sabía que acababa de nacer en un hospital de Madrid ni que era 1 de enero. Al desconocer la distinción entre dentro y fuera, ignoraba que ahora estaba fuera (como antes ignoraba que se encontraba dentro).
Dentro del útero se chupaba el dedo y ahora chupaba el pezón de su madre; pero seguía sin tener ni idea de lo que es un pezón ni de lo que es un cuerpo. Al no distinguir los límites entre la geografía de su madre y la suya, el mundo era para él una masa indiferenciada de la que parecía formar parte.
Su lengua jugaba con la teta, al tiempo que le entraba la leche materna por la boca. No sabía ni qué era la leche ni qué las palabras; tampoco sabía que la leche le ayudaría a sobrevivir y las palabras a nombrar el mundo. Él mamaba.

ÉRASE UNA VEZ UN NIÑO QUE EMPEZÓ A HABLAR

El tiempo fue pasando - como pasa siempre - y Dylan, bajo la atenta mirada orgullosa de sus padres, creció. (“Crecer no consiste en otra cosa que en deconstruir el universo; uno se hace en la medida en que deshace lo que le rodea, se hace cuando diferencia el cuerpo de su madre del propio; cuando distingue el cerca del lejos; cuando intuye el significado de dentro y fuera; cuando separa, en suma, cuando desmonta la realidad como se desmonta un juguete”, Millás dixit)

Creció, con el tiempo pues, y aprendió a decir “mamá” (“Una vez que nombras a mamá, reconociéndola como otra diferente de ti, el resto es pan comido; nombrar es una conquista, uno se va haciendo un hombre de este modo, separando las cosas que forman parte de la realidad”, Millás dixit)


ÉRASE UNA VEZ UN NIÑO ANTE LA SOCIEDAD...

“Nombrar es una conquista”, y tras el “mamá” y el “papá”, y luego el “guauguau” de significado perro y el “pipí” de cuando abandonaba los pañales para adentrarse en el mundo adulto del retrete, Dylan iba creciendo, iba aprendiendo e iba nombrando, conquistando. Así se hizo un hombre, de este modo, separando –nombrando- las cosas que formaban parte de su realidad.

Pero los niños son inquietos y preguntones, a cierta edad, y por esta edad pasó también Dylan. La etapa de los sempiternos “por qués”, luego la adolescencia repleta de dudas existenciales y granos en el rostro, luego la entrada a la supuesta madurez, con las mismas dudas pero ahora con más vergüenza para expresarlas…

Dylan crecía y, normal, quiso saber nombrar, no ya las cosas que formaban parte de su realidad, sino las cosas que formaban la realidad. Había nacido un uno de enero de una era llamada “Sociedad de la Información y del Conocimiento”, entonces, se decía para sus adentros, si su sociedad era nombrada de esta manera, debía de significar que realmente la información y el conocimiento ya habían sido conquistados.

Pero el lenguaje tiene estas cosas… tiene que si un pez nada una vaca todo, tiene que dice y dice, y se desdice, y vuelta a empezar…


CRONOLOGÍA DE UN TIEMPO PASADO EN VANO

Me estoy imaginando al Dylan de Millás, ya de mayorcito… lo veo en uno de esos atardeceres en que uno se pone a mirar atrás, como con ánimo de evaluar lo vivido. Quizás se pregunte por esta Sociedad del Conocimiento en donde le dijeron que había nacido. Quizás busque en el desván del tiempo y descubra un bucle:

- 1996:
de cuando las empresas periodísticas tenían que resolver un gran dilema:
o eran organizaciones que hacen periódicos (o radio, o TV), o eran organizaciones que suministran información. Y el dilema no se resolvió. “Los medios periodísticos tienen que recuperar el gusto por la comunicación, es decir, por los contenidos informativos de su oferta digital”.

- 1997:
de cuando se hizo evidente la soledad del ciudadano ante la información de fondo:
El Forum Cívico para una Barcelona Sostenible organizó un debate sobre "Barcelona: Sostenible, Vital y Saludable", con el objetivo de averiguar si la ciudad es o no es ecológicamente sostenible. Luis Ángel Fernández Hermana asistió al acto y constató la falta de datos para definir estos “indicadores de sostenibilidad”. El derecho a la información que debería tener todo ciudadano no existe como tal; un grave déficit para entrar a la Sociedad de la Información.

- 1998:
de cuando se navegaba sin rumbo hacía ninguna parte conocida y se claudicaba antes de llegar:
De las encuestas sólo se sacaba que cada vez habían más personas, que la penetración de la "conectividad e interactividad" crecía sin parar, pero no se tenía ningún mapa (moral, social, económico, político o financiero) que permitiese distinguir los perfiles de este contingente humano. Fernández Hermana escribía: “Estamos llamados a protagonizar la transición fundamental de este fin de siglo: de la sociedad industrial a la sociedad de la información. Difícil tránsito, desde luego, si lo que nos falta es precisamente información sobre lo que hace, cómo lo hace y con qué perspectiva de futuro”.

- 1999:

de cuando las decisiones erraron el camino:
Los medios de comunicación de EEUU agrupados en la todopoderosa Asociación de Periódicos gastaron más de 11 millones de dólares para contener la deserción en masa de lectores que se pasaban a otros medios, en particular Internet; invirtieron en una campaña de publicidad repartida a lo largo de cinco años con el objetivo de recuperar a los lectores tránsfugas.

- 2000:
de cuando las universidades perdieron la C:
El avance de Internet puso a la defensiva a la universidad en el mundo occidental. De la Comunicación Mediada por Computadoras (CMC) les había quedado sólo la segunda parte, la M y la C, la investigación de las grandes aplicaciones, de las infraestructuras; pero la C de “Comunicación en red” (la actividad organizadora de la Sociedad de la Información) se está cocinando en el trabajo cotidiano en la propia Red y la investigación estaba en manos de multitud de empresas y de individuos que trabajaban de manera colectiva, a través de una inteligencia distribuida. Las universidades estaban llegando tarde y mal a los procesos que debían configurar la Sociedad de la Información.

- 2001:
de cuando hacía falta adaptarse ya a los cambios y no se encontraba tiempo para ello:
La Red había creado la sociedad abierta las 24 horas del día, siete días de la semana, todo el año y nadie parecía estar preparado para tales cambios. Fernández Hermana escribía: “Este nuevo paisaje plantea modificaciones personales, sociales, culturales, políticas y económicas quizá mucho más trascendentes que las asignadas a la explotación del genoma humano, al deterioro del medio ambiente o a la sima que separa a ricos y pobres, por citar sólo a tres de las predicciones más evidentes y más reiteradas sobre el futuro que nos aguarda. Sobre todo porque, finalmente, la S.24/7/a. las comprenderá a todas y nos exigirá -ya lo está haciendo- un proceso de adaptación para el que evidentemente no estamos suficientemente preparados”.

- 2002:
de cuando el Foro Mundial Social de Porto Alegre volvió a ignorar la interactividad con y para los ciudadanos:
La interacción era un derecho todavía no escrito ni jurídicamente formulado, no reconocido por la ONU ni por ninguno de los organismos internacionales y los gobiernos. Pero era un derecho específico de la era de las redes. “Interacción: escuchar al otro e incorporar su discurso en el propio”.

- 2003:
de cuando la sociedad de la información era pura ironía:
Como si de una simple moda se tratase, España acumulaba "planes de desarrollo de la Sociedad de la Información”. ¿La ironía? La sociedad cada vez estaba más desinformada sobre lo que estaba pasando. Todavía se concebían los supuestos planes desde la Sociedad Industrial y llevaban su impronta en cada una de sus cláusulas. Máquinas, infraestructuras, gran industria y búsqueda de alianzas con administraciones públicas. De la Sociedad de la Información, más bien poco. De la Sociedad del Conocimiento, nada

- 2004:
de cuando se caminaba por los mismos senderos de siempre:
Tras años de bregar con las tecnologías de la información, un grupo de grandes corporaciones de EEUU se preguntó: "¿Sabemos lo que estamos haciendo?, ¿estamos usando estas tecnologías de forma que realmente contribuyan a aumentar la productividad en nuestras empresas?". La respuesta, por sorprendente que parezca fue: No. Ellos mismos seguían exponiendo las razones y recurriendo a la solución de siempre: volver a pensar para saber dónde actuar.

- Y… 2005:
de cuando se nos viene encima otra Comisión Asesora de la Sociedad de la Información:
Luis Ángel Fernández Hermana en el barrio Entrelazo de Zona@ escribe:
“Estaba escrito en nuestro destino desde el cambio de gobierno: ya tenemos una nueva Comisión Asesora de la Sociedad de la Información. (…) Esta Comisión Asesora que ahora nos anuncia el Ministerio de Industria de José Montilla lleva inscrita sus intenciones en la frente. Y, digámoslo pronto y educadamente: no nos gusta nada lo que leemos allí. (…) Estamos esperando –desde hace bastante tiempo- es un poco de cordura y de sentido común para poder arbitrar una política pública que promueva la “virtualización”, es decir, la traducción al mundo virtual de un conjunto de actividades, relaciones, formas de trabajar y producir en red, de hacer negocios y transacciones que nos permita aprovechar las potencialidades estratégicas de Internet. En otras palabras, desde hace bastante tiempo sabemos que necesitamos dotar a la Red del contenido suficiente y necesario como para que no volvamos a encontrarnos con estadísticas como la publicada por la Fundación BBVA en el estudio ‘Las nuevas tecnologías y el crecimiento económico en España’: ‘El 71% de los españoles cree que Internet no es necesario’.”

ENLACES RELACIONADOS

- Editoriales de Luis Ángel Fernández Hermana publicadas en la revista digital en.red.ando:
* "Cómo escaparse del quiosco y no morir en el intento"
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=357

* "La soledad del ciudadano ante la información de fondo"
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=367

* “Sociedad de la Información desinformada"
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=364

* "La chispa en el papel"
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=360

* “Las universidades de Internet”
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=332

* “La S.24/7/a.”
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=331

* “...derecho a la interacción”
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=412

* "Las palancas de la Sociedad de la Información"
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=479

* “El regreso de los gurús”
http://www.lafh.info/articleViewPage.php?art_ID=455

ENLACES DE INTERÉS

- Página web oficial de Juan José Millás:
http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/millas/home.htm

21:16:55

Memoria del futuro

Investigar, recuperar y comunicar la historia de las sociedades 'olvidadas', de las culturas orales y las realidades minorizadas, puede ser una herramienta para el desarrollo.

Analizar si el traspaso de la oralidad a la virtualidad es el camino más eficiente entre los dos tiempos –el de antes y el de mañana- es el "leit motive" de la MEMORIA DEL FUTURO.

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