VOCES LACANDONAS (periopistas de la selva)
¿Saben cómo consiguió Hitler el respaldo de sus aliados para llevar a cabo su proyecto de “limpieza étnica”? Reunió a unos cuantos de los grandes en un amplio despacho decorado con insignias nazis y, ante los presentes, Hitler preguntó: “¿Alguien de ustedes se acuerda del genocidio armenio?” La respuesta fue unánime: No; “Pues acabemos con los judíos que dentro de poco nadie nos lo recriminará”. Hay hechos que se almacenan en el desván de los olvidos atroces. Pocos son los libros de texto que hablan de ello, pocos son los que saben de estas matanzas y demasiados pocos son los que trabajan para recuperar una memoria histórica que puede ser clave para el futuro. Callaron -o fueron callados- los que supieron de la matanza armenia, como callan y están siendo callados, los que no olvidan la limpieza étnica que durante 36 años persiguió los pueblos mayas de Guatemala. Este artículo lo empecé a escribir en Guatemala, y lo termino ahora; quiero narrar un pequeño paso hacia la recuperación de las culturas aplastadas. Y añado; el extraño nombre de la categoría de esta bitácora “Periopistas” nace allí, en la pura sabana.