Encuentro de telecentros en Cáceres (I). (19 y 20 de septiembre de 2005)
La sesión se inició agradeciendo la coordinación previa y dejando patente que era una ocasión única porque muchos de ellos no se conocían personalmente, ni sabían del funcionamiento diario de las redes de otros. Era necesario captar las necesidades y deficiencias de los proyectos de toda España, con el fin de tratarlos en común, contemplar la posibilidad de colaboraciones futuras y establecer más lazos de unión entre las diferentes comunidades representadas.
¿Y por qué hasta ahora no se habían encontrado la redes?
Sí que lo habían hecho, pero dispersas, separadas y en pequeños comités. Lo cual dejaba una visión confusa o sesgada de la verdadera magnitud de cada red. El disponer de todo un día para hablar de un objetivo común, verle sus lados favorables, los complejos o problemáticos, todo un día para pensar, comentar, plantear, reirse, y cuestionarse… es una muy buena terapia colectiva. Y eso es lo que hicieron los 17 asistentes al encuentro de Creofonte.
Hasta ahora no se había presentado una ocasión similar porque cada red de telecentros tiene objetivos y preocupaciones distintas. Mientras que unos se dedican exclusivamente a la ciudadanía, otros lo hacen a las empresas, otros a potenciar la administración electrónica, otros al teletrabajo y, otros, a dotar de infraestructuras tecnológicas espacios que se encuentran retirados de las urbes.
De igual forma, estos centros tecnológicos se mantienen en unos casos de los fondos públicos (locales, provinciales y autonómicos) con lo cual no hay que estudiar estrategias de autofinanciación; mientras que otros han de pensar en soluciones económicas que les permita seguir adelante.
Hasta la fecha, un encuentro de estas características se desestimaba por la variedad y complejidad de problemas a tratar. No obstante, en esta ocasión, las redes pioneras (Asturias, y KzGunea, NCC Extremadura) tenían muy claro que su rol era explicar sus experiencias a otras redes que están empezando.
Cantabria —una red de reciente creación— explicó que habían tenido grandes problemas de coordinación y funcionamiento, durante años, en todos los telecentros esparcidos por su territorio. “Sólo cuando nos planteamos crear una red, y compartir recursos, experiencias, infraestructuras e ideas, vimos que podíamos seguir adelante”, dijo María Calleja, su responsable.
Con este ejemplo, Cantabria reforzó la necesidad de funcionar también una coordinación con el resto de comunidades autónomas y de pensar en la creación de una Red Nacional de Telecentros. Un proyecto que ya en 1999 se había intentado, en un encuentro celebrado en el histórico centro de Gordexola, pero que se desestimó en cuanto se vislumbró su complejidad.
¿Qué es lo que ha cambiado desde entonces? ¿Cómo proponer la creación de una red de telecentros si hay conceptos, necesidades y principios bastante heterogéneos? Los asistentes de Cáceres llegaron a la conclusión que no es tan complejo armar esta unión, ahora que unas cuantas redes ya tienen una trayectoria. “Hay que tener bien claros los objetivos que queremos conseguir con esta red nacional, y presentarlos a los correspondientes gobiernos autonómicos. Proponerles acciones concretas”, dijo Paco Prieto, director de la red de telecentros de Asturias.
Se planteó también la creación de una red europea de telecentros, pero la mayoría coincidieron en que eso correspondía a ‘un segundo nivel’, cuando la nacional funcionara.
Todo une
Los temas fueron saliendo a la mesa, de uno en uno. Y se fueron tomando decisiones conjuntas para ponerlos en marcha.
Se habló de la preparación de las administraciones públicas para ofertar servicios a los ciudadanos desde los telecentros. “En estos momentos, ni gobiernos, ni administraciones ni diputaciones están preparados para esos servicios ofertar servicios electrónicos. El tema está muy verde”, opinó Txema Alcorta. “Es muy complicado. Porque si enseñas a la poblacion que hay posibilidad de actuar con la administracion a distancia, tiene que funcionar. En el País Vasco empezamos hace años a montar satélite para extender las TIC a todos los municipios perqueños que eran inaccesibles. Pero no puedes explicar los servicios de la administracion electrónica en un pueblo que solo hay un portátil y que se conecta via teléfono móvil. ¡Olvídate!”.
Para Asturias no sólo es importante que llegue la banda ancha a los pueblos, y que el Ayuntamiento o la entidad administrativa del gobierno autónomo tenga ese servicio. “¿Y el ciudadano? “, dijo Ana Álvarez, coordinadora de la red asturiana. “¿Qué necesidad tiene? Si no sabe qué es un ordenador: si no sabe lo que es un correo electrónico, y no sabe qué inseguridad conlleva la banca electrónica”.
Una vez esté formalizada la Red Nacional de Telecentros se pretenden emprender proyectos de forma conjunta. Para que ello sea posible se necesita el reconocimiento de la Administración Pública y, para que éste se produzca es necesario dejar constancia del trabajo que se realiza en los más de 3000 telecentros que hay abiertos en España.
“Hemos de presentar a los políticos una serie de datos y de actividades que se realizan en los telecentros. Es interesante mostrar las acciones dirigidas a potenciar el teletrabajo que muchos de vosotros estais haciendo, o presentar los cursos para moverse entre la e-administración”, dijo Alfonso Cabas, de Red.es (un conglomerado de telecentros distribuidos por todo el país).
En España son pocas las redes de telecentros que tienen por objetivos potenciar el teletrabajo. En los inicios de estas redes, el trabajo a distancia era el requisito principal, pero con el tiempo se fueron detectando otras necesidades, más sociales y no tan empresariales. “Por otro lado, si se explica la experiencia al resto de redes, podremos contemplar errores y aciertos para repetirlos o no”, añadió el responsable de Red.es.
“De igual forma,” — explicó Ángela Huertas del ITA (Aragón)— “nuestras acciones van en función de las fases de evolución de cada telecentro. Mientras unos todavía están en la primera, que sería un proceso de alfabetización digital de la población; otros están emprendiendo proyectos de dinamización económica de una zona. Los resultados, aportados al conjunto de comunidades, pueden suponer un beneficio para todos”.
¿Por dónde pasa el futuro?
“Yo lo que veo en Extremadura, después de 6 años de experiencia, es que pronto se va a necesitar certificar la ciudadanía digital”, dijo Juan José Salado, de la red extremeña . “El problema ya no es la banda ancha, que cada uno busca soluciones”. Extremadura tendrá muy pronto cubiertos sus 384 municipios. “Se está sembrando de ordenadores el país. Pero, ¿qué pasa con ellos? El problema es que nosotros formemos a los ciudadanos y después digan: ‘¿Y ahora qué? Si no puedo dirigirme a mi ayuntamiento para hacer una gestión. Hay que preparar a los alcaldes, a los trabajadores municipales que van a prestar esos servicios para que den respuesta a los ciudadanos”.
Alcorta está totalmente de acuerdo con Juan José Salado. “Este verano, por primera vez, el gobierno vasco ha pedido a los KZ la certificación de conocimientos en TIC, la IT Txartela, que hace tres años estamos ofertando a los ciudadanos”. Los Kzgunea han conseguido en este período que 4.000 personas tengan ya una formación especializada y preparada para actuar en una sociedad cada vez más digitalizada.
“Ahí es donde habéis roto la brecha”, añadió Paco Prieto. “En el momento que eso ocurre es importante saberlo, porque se puede continuar la labor por otro lado. Vosotros ya lo habéis hecho y lleváis años. Ese ejemplo me sirve para ir a mi gobierno autonómico y exigirle que se ponga a ello”.
Asturias empezó a conceder, en octubre del pasado año, la “acreditación GUC,” expedida por el European Software Institute (ESI), una institución europea especializada en software y procesos de certificación de conocimientos tecnológicos. El ESI fue creado en 1993 por la Comunidad Europea, con un importante apoyo institucional y financiero del Gobierno Vasco.
Y la experiencia es la que permite explicar casos tan insólitos como el de los KZ con las academias privadas de formación de ofimática. “No podemos impartir conocimientos de Office, Java, Windows XP, etc., porque hemos sido denunciados por competencia desleal. Así es que hemos llegado a un acuerdo con ellas, de manera las academias forman y los alumnos se examinan en los KZ”, comentó Txomin Alcorta.
La sesión se alargó durante todo el día. Pero más o menos, en este punto, cuando las ideas ya estaban bulliendo… se hizo una pausa para despejarse y tomarse un ‘cafelito con churros extremeños’.
Seguiremos contando…